Para llevar a cabo este importante cometido contamos con mecanismos de evaluación que nos permiten analizar el proceso de trabajo y no solo el resultado. Uno de ellos y que vamos a explicar en esta entrada es la rúbrica de evaluación. Es un documento que describe distintos niveles de calidad de una tarea o producto, con el fin de clarificar lo que se espera del trabajo del alumno, de valorar su ejecución y de facilitar feedback, permitiendo la autoevaluación y la coevaluación.
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Las rúbricas deben ser entregadas al alumnado antes de iniciar su trabajo y su utilización clarifica y concreta los objetivos del profesor; describe los niveles de logro que el estudiante debe alcanzar; permite que el alumnado conozca los criterios de calificación, evalúe y tenga una comprensión global de su trabajo; promueva la responsabilidad en el propio aprendizaje y del pensamiento ya que ayuda a la metacognición.
En una rúbrica se distinguen tres elementos:
- Columna de la izquierda: Se definen los criterios de evaluación de la tarea.
- Fila superior: Se establecen los niveles de dominio de la tarea. Se recomienda que haya cuatro niveles para no atender a la puntuación media.
- Celdas de la rúbrica: Se describen cada uno de los criterios en los distintos niveles de logro.
A continuación, a modo de ejemplo, en este enlace se puede visualizar un ejemplo de rúbrica realizada dentro del curso Tutor en Red del INTEF.
Para crear una rúbrica es necesario identificar los objetivos del proyecto a realizar, definir sus características, crear los criterios de evaluación y describir las características de cada criterio en cada uno de los niveles de logro.
Nuevas formas de evaluar: La rúbrica. Publicación adaptada de los contenidos del curso Tutor en Red del INTEF. Formación en Red del INTEF. Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
